Los guantes para el frío son esenciales para proteger las manos de los trabajadores expuestos a bajas temperaturas, ya sea en ambientes exteriores o en la manipulación de objetos fríos. Estos guantes están diseñados no solo para ofrecer confort térmico, sino también para prevenir riesgos laborales como cortes, abrasiones o lesiones causadas por la exposición prolongada al frío.

La mayoría de los guantes de protección contra el frío deben cumplir con la normativa europea EN 511, que evalúa su resistencia al frío convectivo y por contacto, garantizando su eficacia en temperaturas bajo cero, incluso hasta -50°C. Este estándar también considera la resistencia al agua y la transpirabilidad

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